En plena crisis financiera, ante un mercado de incertidumbre e inseguridad, las empresas privadas están hambrientas por ganar en competitividad y una excelente ayuda gira la vista hacia la formación de sus empleados. Desde hace unos años, la inversión en formación continua bonificada, ha crecido a un ritmo de casi un 50 % al año.
Sin embargo, los datos siguen situando a las empresas españolas a la cola de Europa en la aplicación de este tipo de programas de aprendizaje para empleados.
Podemos decir, que la participación de compañías privadas en programas de formación continua, ronda en España un bajo porcentaje, mientras que la media europea y la media de los países nórdicos sigue siendo muy superior a la nuestra.
El desconocimiento de empresas y empleados sobre este tipo de programas es el principal factor del retraso español.
Con todo, la tendencia de los últimos años evidencian un importante crecimiento de los esfuerzos en ese sentido.
"La formación continua está diseñada con acciones formativas que buscan la adquisición y mejoras de competencias profesionales de los trabajadores"
"Este principio se cumple con la Formación Bonificada, ya que permite a los trabajadores aumentar su cualificación, su capacidad productiva y ser más eficientes, lo que repercute en que las empresas sean más competitivas y rentables. La formación es el principal trampolín para equipararnos a Europa en competitividad y mejora de la producción."
Infórmate y Fórmate, es tu DERECHO.
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